viernes, 30 de septiembre de 2011

Llega al final

Tengo una laguna en el cerebro, es de lo peor que le puede ocurrir a alguien que se dice redactor, una manera de solucionarlo es buscar ideas, ya sea en conversaciones en fugas de las normas sociales, no sé, estoy frito.
Pero intentas recorrer de nuevo los viejos pasillos de tus apuntes, buscando acaso la nueva obra que estiraras hasta convertirlo a una novela, o sino hasta hacerlo un cuento, lo que salga, puede ser que funcione más como microrrelato, pero a quien engaño, sólo soy un ser humano pendiente de la realidad, conquistador de mis propias emociones, sincero al amigo que me solicita, pero sobre todo sencillo.
Busque la definición del filósofo errante y descubrí que no existe la respuesta, encontré cosas por hacer y dudas que solucionar, pero nunca habré de detenerme, en este universo todo corre veloz.
No puedo continuar escribiendo de esta manera, mi mente se subleva contra mis deseos de escribir, pero no lo puedo permitir, estoy hasta la madre, creo que voy a reventar, pocos son los sentidos que lograrán sobrevivir, unos cinco tal vez.
Es frustrante esta sensación de no poder crear algo de magnitudes impresionantes para la posteridad, o al menos algo pequeño que alegre a unos cuantos, pero a quien engaño, otra vez esa frase que no me deja. Es horrible estar aguardando a la inspiración, en está silla de metal con madera, con la mesa de la misma composición, con estas personas a mi alrededor, y por poco me siento describiendo mi entorno. Hacer que la gente sepa donde estas es un tanto peligroso, en especial si tienes acosadores o algo por el estilo, como personas que te quieren romper las piernas por apostar a quien no debías.
Esto espero nadie lo lea, si lo lees hasta aquí sabrás estoy seco y nada de esto tuvo un verdadero sentido

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Viajes

Los ritmos de la naturaleza comienzan a hacer de las suyas, mientras el corazón latente de todos los admiradores de una estrella la observan tintinear en pos de un levantamiento de vibras ligeras y de paz, que he escuchado decir que lucha no implica en todos los casos violencia y lo creo.
Escuchen los cantos del mar engalanar a la luna en rayos de plata nacida, o a los marineros zarpar de puerto en barcos inmensos, superpongan todos los sonidos y no escucharan ni su propia alma gritar de euforia por el deseo de baile. Pasamos hasta brazil en su carnaval, con mujeres bellas, ahora hasta donde llegaremos. ¡Pero que viaje! y no necesitamos drogas, únicamente con la magia de la música, esta que no nos deja dormir, diablos, hemos llegado al futuro para descender de la nave, mientras nos acoplamos a la luz vemos disminuir el ritmo y estamos de vuelta en la tierra... Creo que tengo problemas

lunes, 26 de septiembre de 2011

No soy yo

Iniciamos una serie de cuentos y perdimos la fuerza de continuarlos por miedo a los demonios que comenzaron a surgir de entre los muertos de sus seguidores, cuando todo se precipitó a la desmesurada consciencia colectiva de un sin fin de personas conciliadoras de sueños inadvertidos.
La verdad que estoy bloqueado por tres pares de abrazos en el cerebro, dos de los cuales existen sólo ahí, acaso pierdo los poderes creativos de mi sincero intento por ser artista, o acaso soy tan sólo un ser incapaz o inconforme de todo lo que ocurre e intenta hacer un cambio por un beneficio que lo más seguro no veré.
Debo informarme por este medio, que estoy en un bloque mental, lamentablemente mi yo consciente no esta presente en estos momentos para hacerle llegar el documento pertinente para hacer coincidir nuestros mundos lejanos y pasajeros, así mientras mi yo (cuerpo y mente que comúnmente  hallado en estado de presencia) está fundido en una depresión que no entiendo y no entenderemos nadie, nunca, me veo en la penosa situación de suplantarlo y actuar como sí fuese él, pero a quien engaño, somos igual de extraños y raros, aparte yo conservo todos los datos necesarios para ejecutar las acciones pertinentes de evasión y suplantación de organismos pluricelulares en la tierra.
Entonces mi principal acción es dejar pistas un tanto confusas y solamente claras para el receptor con una audacia superior a la del promedio general de la masa, en realidad me refiero únicamente a una persona que debe saber quien es la persona contra la indiferencia colectiva y aparecer, regresar a su cuerpo.
Que a pesar de todo esto no es un cuento y tampoco una metáfora, o un refrigerador en estado epiléptico. No es nada sino un recuerdo que habrá de ocurrir en tres o cuatro instantes.

martes, 20 de septiembre de 2011

Disculpen, no estoy tan loco

Yo no tengo tornillos, estoy loco, pero de remate, estoy completamente desquiciado, así es como me atrevo a afirmar que todo lo que plasmo es más real que sus llamadas ficciones, posiblemente mienta si les digo que no sé de que hablo, pero seguramente les mentiré y no se darán cuenta, no sabrán quien es en realidad un saco de papas escribiendo palabras al azar en un manicomio de pingüinos asustados.
Sobre todo les presentaré un enfisema de dimensiones extravagantes, de catapultas antiguas y sobrevivientes de la novena guerra temporal, si entienden el panorama que les dibujo encontrarán el cuadro que nace de la luna fundiéndose en la mañana con un sol de tres niveles elaborados de alfiles y damas.
Les comento quien está junto a mi, es mi sombra, la maldita me sigue a todas partes, no me deja en paz y aun en completa luz se esconde de mi vista, como en total oscuridad aumenta su tamaño para intentar devorarme, supongo que estas vivencias les demuestran lo cuerdo que estoy.
Afrontemos la presente correspondencia de un entremés teatral, donde la vida corre por largos tiempos y se frena por cortas eternidades, sientan a los arlequines brincar en múltiples afrentas como gatos al agua eléctrica, los rinocerontes dando vueltas fuera de un carrusel y montar humanos por diversión, imaginan como me siento.
Así es la vida de un demente, llena de diversión y pesares de un momento a otro, como si todo se fugara en la espera de un consultorio médico y afuera el color impregnara a todos y cada uno de los ciudadanos de mi tierra. 

lunes, 19 de septiembre de 2011

Libérense

Llegó el momento y me dispuse a trabajar, buscar un poco del poder escondido en los renglones del tiempo, todo para dar con una pared inmensa, viendo todos correr y bajar, mientras yo los admiraba desde el final del autobús.
Contengan el aliento, deténganse un momento, observen a su alrededor, sí están en un espacio cerrado salgan y vean al mundo, se darán cuenta que no le importó saber si estaban leyendo o no, sí están al aire libre, dense un respiro, manténganse en contacto con su entorno, no se pierdan en el mundo virtual, observen este cielo que ahora se nos presenta, atrévanse a salir y destruirse un poco las rodillas (yo no porque me da miedo, a quien engaño).
Creo que estamos olvidando nuestro medio por introducirnos a uno donde aparentamos tener más control de las situaciones, es un miedo a lo desconocido que se nos presenta fuera de la puerta, o fuera de lo seguro de unas teclas. Sé que no hablo de todos pero si de un gran número de cibernautas o al menos algunos, o ninguno, vamos no importa cuantos sean sino que mientras se meten a su computadora o dispositivo se pierden y olvidan con quienes están. Es como esas parejas que estando en su derrame de miel se olvidan que hay más personas en la mesa.
En fin, digo que la gente está a tu alrededor y puedes comunicarte primero con ellos y después con los que están distantes en el mundo, yo soy solitario, entonces no tengo mucho problema con estar aquí sentado y escribiendo mientras observo como el cielo amenaza tormenta

sábado, 17 de septiembre de 2011

Sigo aletargado

De preguntar que es algo paso a la realidad de no saber que es en realidad ese algo, de no poder definir en si la esencia de nada, me veo incapaz de saber como definir un objeto o lo que sea sin hablar de ese lo que sea. La verdad creo que es el sueño lo que me invade  y me limita a no entender lo que escribo, mucho menos a saber que dicen mis pensamientos, a separarlos y desmembrarlos para descomponerlos en pequeños conjuntos comprensibles, así mientras me esfuerzo por lograr despertar el consciente para asir mis ideas estas siguen corriendo como pequeñas alimañas que salen de levantar una piedra.
Por ejemplo, en este momento pienso que la gente evade sus realidades en juegos donde pueden ser lo que no fueron en sus vidas, ya sea por problemas que solos se impusieron o por ideas que les introdujeron en sus cabezas.
Una pequeña idea, nada fuera de este mundo, pero el problema radica en que no puedo ubicarme en la realidad, en este tiempo y en este cuerpo, estoy en un sitio donde el mundo se construye y destruye en segundos, finalmente vagas errante en el laberinto mental que aparece de la nada y decides sentarte a meditar, viendo el mundo girar en torno a un sin fin de super posiciones y todas ocurriendo por instante.

lunes, 12 de septiembre de 2011

Medicinas para el cerebro

¡Ah! Esas pastillitas que me ayudan tanto a dormir, esas fáciles amigas que sirven tanto para dormir o simplemente sonreír de manera más "sincera", pues me logran hacer sentir en casos eufórico o en otros un tanto ido para no sentir. Pensar que son sólo químicos que afectan a esa máquina y la hacen trabajar de maneras diferentes, pero supongo que es por mi bienestar. Recuerdo que sin ellas no dormía casi nada, me costaba trabajo socializar, se me dificultaba mantenerme en este mundo y debía partir a uno de mi invención.
De la manera más estúpida (lo acepto) he experimentado con mi organismo y me por deseo de curiosidad enferma, inventé unas pócimas que han alterado mis percepciones más allá de lo que cualquiera podría imaginar. Claro el psiquiatra me regaña, pero eso no elimina mi capacidad de introducirme pastillitas que sean nuevas para experimentar.
Ahora a lo que iba, esas medicinas son peligrosas, cambian el estado de ánimo de alguien, lo vuelven una persona distinta, es un medio de controlar a la gente y volverla alguien común, un autómata dedicado al cumplimiento del sistema. Esta bien lo acepto, pertenezco a esta sociedad, por lo tanto, soy parte del sistema, pero debo mencionar que aun estando en esté, uno puede ir en contra del mismo (no en todo, sino en ciertos aspectos).
La mayoría de las pastillitas causan una dependencia, una que siento ya en mi, una figura de adicto por cosas que no se pueden conseguir de manera fácil, pero son tan buenas que sé que son malas, me causan tanto bienestar, como una desesperación por olvidarme quien soy, quien fui. Me cambian y vuelven otro, me convierten en un hombre controlado, amaestrado y dominado por una autoridad sin rostro, por una carente de consciencia y al servicio de las farmacéuticas.
La conclusión a la que llego es algo contradictorio y a la vez ambiguo. Todas esas medicinas son útiles, funcionan, pero a que precio, en muchos casos la creatividad, en muchos casos la personalidad de uno, en muchos casos... Aunque vale la pena si uno lo acepta y lo prefiere, en cambio si no se quiere no se debe de procurar hacer que se consuman las drogas. Pero no se que hacer con las personas que ya no están en este mundo (un miedo que es enorme), supongo que la forma sería intentar regresarlos y una vez aquí preguntarles si desean los medicamentos o no.
Yo en lo personal las quiero y me agradan, me caen bien y supongo me sirven, ahora puedo hablar, puedo jugar y puedo relacionarme, perdí bastante creatividad y perdí muchas cosas que no sé donde quedaron, pero puedo concentrarme en algo, puedo dormir más horas de las que solía dormir y no estoy más deprimido.

viernes, 9 de septiembre de 2011

Día de colores


Salen de entre todos y cada uno de los rincones de la habitación, uno a uno juntándose, arremolinándose, comprimiéndose  arremetiendo una linea contra la otra. Flujos de colores, corpúsculos de tinta fría y cálida, atenuándose, filtrándose por mis poros, llevándome, siguiéndome. ¿A dónde me llevarán? Se abren las puertas de una luz exótica, una figura latente de dos segundos, un dibujo aparente de vida, una urna en el firmamento, un segundo de dos horas, un minuto de eternidad, un enfrentamiento en mi interior, el cambio es constante, la permanencia es voluntaria, los ojos se asemejan a una cortina. 
Llámenme loco si por ver esto en este momento tan real como lo que así quiero, hagan la idea de tomar las riendas del universo y denle movimiento a lo que no lo tiene, denle vida a lo muerto, quítenle las extremidades a la mesa, frenen los impulsos eléctricos en el sistema, avancen pérfidos por las cataratas de un nivel imaginario...
Hablo de las manchas estampadas en la frente de las paredes, esos arco iris luminiscentes, esas rabietas de un niño pequeño gritando en YCMK, los tres tipos de gris entre las plazas abiertas, un corredor despertado en la mañana. ¿Entendieron? Hablo de las ocurrencias de un supuesto loco, hablo del correr de una imaginación creando espacios abierto en la celda de su cuerpo, humilde y un tanto inconsciente, hablo de lanzarse al precipicio y dejarse llevar por las corrientes de unos latentes colores alados.
Mientras me siguen estos destellos de colores que al parecer nadie más ve, me dedico a apreciarlos y digan que mi mirada fija ve al infinito, cuando se deja cautivar por una gama de resplandores que a nadie más competen, solo en esta banca del parque veo pasar a todo en disfraces así fue el día hasta regresar a casa...

jueves, 8 de septiembre de 2011

¿Grafología?

Me mencionaron que debo cambiar mi letra, hacerla un poco más grande y redonda, me pregunté en ese instante "¿Por qué carajos?". Es la grafología un estudio un tanto desconocido para mi, aunque supo que tengo un carácter explosivo. Sinceramente no estoy consciente de que tanto se trata todo eso, así que me vi en la tarea de investigar que es todo eso, dicen que es el estudio de la personalidad del autor, a lo que me llevó a otra interrogante ¿Cómo y cuáles son sus fundamentos? ¿Estarán en lo cierto? No dudo que gran parte tenga cierta validez, pero como es algo de la psicología, dudo bastante de ello, debido a que todo es una mera interpretación de lo que podría ser, una especulación, que para bien o para mal, no es de lo más certera, a parte de que es instantánea, denotando esto como el sentimiento y sensaciones que embargaban a la persona durante su escribir.
 Sus fundamentos se basan en la relación que radica entre la mano y el cerebro, al ser está la que cuenta con más representación cortical dentro del órgano en el cráneo. No lo sé, sin embargo, lo presentan de manera tan linda, que es creíble, a pesar de mi búsqueda (no tan exhaustiva como lo hubiera deseado), no encontré un punto de vista que no la apoyara, por lo tanto considero que no la han investigado tan a fondo para tratar de "tirarla", sino que se han dedicado a buscar como hacerla más verosímil.
Desde mi perspectiva, creo que si puede ser de utilidad pero no debe ser tomada como una verdad absoluta, ¡Vamos, hablamos del ser humano! Ese ser tan cambiante y extravagante, ese animal que dice usar la razón, pero que actúa de maneras impensables, un tanto repetitivas, un poco de descabelladas y nunca predecibles al cien por ciento, de ahí que afirmo que tomo en cuenta lo dicho, pero mi letra será la que es y sólo cambiara cuando cambie por ella misma. Pues mi letra es para mi un ente fuera de mí, que actúa a su forma y gira cuando le place, aun sí yo trato de hacerla a mi gusto, ella surge de ligeros movimientos y se plasma en tinta para causar en mi sensaciones de gozo y en ocasiones de desconcierto.
Finalmente me viene a la mente esta manera de escribir (que no es tan de mi agrado, como sabrán aquellos que me conozcan), una escritura de unos y ceros, que no tiene el mensaje directo de la persona y con la que no puedes jugar a dar cierto énfasis como lo podrías hacer con la pluma. Pero no sé mucho de nada y acepto que sé muy poco de la "ciencia" en cuestión, por lo tanto les pido de la manera más atenta que se pregunten es buena y si  así lo consideran me expliquen el por qué

lunes, 5 de septiembre de 2011

La música

Usemos la música a nuestro favor. Como en aquellos tiempos de antaño, cuando el sonido era era realmente una forma de gozo y dicha (como lo es hoy día en muchos aspectos). Así como surge un grito desesperado en la mañana por decir que no hay café, o cuando nos despertamos en medio de una clase sin saber que responder, así saludemos al día gritando con efusión.
Usemos la música como escape a la rutina diaria, como forma de ser uno con el universo, usémosla para creer, para crecer, para entablar una conexión con nosotros mismos, si lo pensamos lo hacemos, pero y ¿dónde queda la verdadera importancia de la música? En los oídos de alguien que aun cree en ella.
Podemos descubrir tonalidades tristes, eufóricas, hasta lamentables, escuchar tonos ridículamente sutiles, que albergan un llamado a la vida misma, como salir de la matriz para renacer en tierra y ser un ente renovado anclado a la gira del mundo, ya para sonar con ella en el palacio del tiempo, ora para hacerlo vibrar con tambores estridentes.
Solemos creer que lo que no nos gusta deja de ser música, pero lo es y será (en mi opinión hay de calidad y de no mucha), la diferencia entre una y otra radica en la complejidad y en que tanto nos fijemos en esos pequeños detalles, en como nos haga sentir y en que esperamos recibir del arte efímero.
Así que los instó a saltar brincar y moverse, sino al ritmo, a la música misma, entréguense de lleno a satisfacer los estímulos, a corromperse y volverse a armar en unos segundos de acrobacias impermeabilizadas de sulfuro y gracia, salgan y denle la vuelta al mundo, cambien los sueños y háganlos realidad.
Me despido por ahora iré a escuchar música

viernes, 2 de septiembre de 2011

Palabras al azar

Primero lo primero, una entrada con muchas similares, un día como cualquier otro, un poema al aire, suplicante, lascivo, promiscuo y sobre todo hediondo. Corrompamos las mentes de miles y enfrentemos la realidad olvidada por un materialismo inorgánico, un olvido a lo viejo y un salto a lo nuevo, pero no cualquier "nuevo", sino el nuevo conocido. Me incluyo dentro de todos los enajenados a la red, esa sensación de eterna comunicación, apartando una triste inocencia de lo natural. Así mientras escribo todo esto admiro una nubes esponjosas que forman figuras, puedo ver un jabalí, un rampante caballo cabalgando al horizonte.
Mi comprensión abarca tan poco que ni siquiera sé que es lo que hago, me pregunto demasiado, hasta más de lo que podré responder, y a cada respuesta surgen miles de preguntas nuevas. En ocasiones le digo a mi cerebro apágate, pero no me hace caso, entonces pienso.
El gran problema de la verdadera comunicación de ideas radica en la falla de las definiciones, es imposible lograr la transmisión exacta de un pensamiento, pero lo intentamos, eso tiene mérito, al final la raza humana es gregaria, por ende debemos tratar de establecer sociedades que se entiendan y comuniquen.
Con estos escritos no alcanzamos un metalenguaje profundo como lo es en persona uno frente al otro, esos movimientos, esos gestos, los cambios de tono, todo eso se pierde en unos y ceros, no hay tanta interacción, pero si hay un aumento al alcance de lo que deseamos decir, aparte de que queda guardado para una posteridad.
Todo esto son opiniones que se gestan por una experiencia (que es poca, sinceramente) en donde trato de analizarlo todo

jueves, 1 de septiembre de 2011

La burla


Estaba el baile completo, los disfraces, el  juglar en el centro, el arlequín a su lado y el bufon al frente, haciendo mella causando revuelo, gritando improperio, acurrucados en su lecho de nubes y cielo. Los colores de los tres afectaban las pupilas, los tres hablaban y bailaban. Se burlaban de todos y sólo podían reír, enfrascados en la sumisión de un ser tan brutalmente bendecido, quien podría replicar sus sentencias, el  rey bajaba la cabeza ante ellos.
Partían cabezas con las palabras, arremetían hasta con el caballo real, la reina se inclinaba ante ellos, tenían el poder. Tener la ventaja de decir y hacer lo que quieras, ese poder que se les fue a la cabeza. El juglar embelecía las noticias, las transformaba en mitos, el arlequín improvisaba y saltaba, pobre en apariencia, rico en destreza.
La música aligero el paso, los tres dejaron a todos boquiabiertos. Se escuchaba el silencio fluir por los poros de todos, la obediencia al bufón llegó tan lejos. La cabeza del rey rodó. Ante el  arlequín se posó, un nuevo rey y dos nuevos generales.