Aguardando

Una tarde nublada, donde no veía una sola nube, descubrí la importancia de la amistad, algo ajeno a la misma realidad, donde los buenos cafés son disfrutados por la platica, vivimos en esta ciudad de México donde todos buscan la velocidad de la vida corta, con ese triste sentimiento de no poder disfrutar todo cuanto nuestra vista observa, los olores que a nuestras narices llegan, con tan pocos expresándose para llenar nuestros espíritus.
Por eso pienso en mi como una idea mas que un humano, ahora con la nube, con la sonrisa, con ese buen doctor, con la hermana, el que habla alemán, el jorge, bebiendo todos café a diestra y siniestra, como en la batalla campal que la vida representa, con las platicas profundas, donde las conclusiones son una expresión mas de nuestros pensamientos.
Aguardando la llegada de otros personajes ilustres, con temas de conversación que nos fomenten a crecer, forjandonos en un nuevo mundo donde la revolución sea algo factible y la gloria se reduzca a una amistad de hermanos donde todos veamos los colores desde una nueva perspectiva de figuras completamente sinceras.
Mientras la belleza a mi lado me inspira todo se vuelve un mundo mejor, y el sentimiento de uno se funde con el de todos mientras las ideas son compartidas y se abre el debate a un conjuro de hermandad, y todo es una confusión arritmica contaminando nuestros oidos de una manera hermosa, que nos agrada por el hecho que nos inspira.
Creo que es lo mas debido hablar de los juegos y misterios que son los nombres de todos los filósofos que en esta mesa se encuentran, errantes en el mundo, buscando los caminos de un sin fin de callejones.
Para concluir, todos debemos esperar, sin una búsqueda fija, donde no perdamos el camino, buscando sin buscar para no perder lo anhelado, a la espera de el próximo paso a dar. Todo es un simple enuentro de destinos donde lo esperado resalta de la manera mas impresionante. Y lo furtivo es algo hermoso...