jueves, 9 de junio de 2011

El nuevo día

Despunta el nuevo día, sin nada que hacer.
Es una maravilla el andar de la gente,
Huecos o vacíos, dales el adjetivo.
Con el labio partido por el siniestro frío
Pocas aves a mi lado, todas cantando.
Una lucha épica contra nosotros mismos,
Lucha llevada a diario.
Esperando respuestas en las esquinas
¿Funciona el cerebro?
¿Es acaso un acto de fe?
No importando responder, despertamos.
Al nuevo día, con fuego en la sangre,
La baja glucosa nos tienta al pan dulce
El sueño y cansancio a la amargura,
Amargura de un néctar fuerte.
La sonrisa del comienzo digno,
Los infortunios podrán apagarnos,
Pero el espíritu saldrá victorioso
Y el placer del nuevo día prevalecerá
Hasta la noche, cuando al recordar
El gusto del pan dulce,
Nos hará sonreír y saber el éxtasis
De lo que fue un buen día

(Prosa libre con saltos de linea)

miércoles, 8 de junio de 2011

Individuos

Perpetua la búsqueda, perpetuo el movimiento. Aun falta mucho para la muerte del universo, aun queda vida en el hombre. ¿Entonces por qué la prisa? Lo veo en los autos, en el transporte, hasta en sus cabezas, todos se dirigen a un sitio. Incapaces de detenerse a ver una flor, a olerla, a descubrir sus colores. Sí no es por dinero no lo podemos hacer. Dirigiéndome a formar parte de esas filas de robots, con un único fin, DINERO, esa cosa que hace al mundo girar. Con un número exorbitante de artistas y libre pensadores que no son escuchados (pero que siguen hablando), callados por el poderoso señor de múltiples denominaciones.
Aun no descubro donde emplearme, sin embargo, ya estoy en busca de prostituirme (tomando el hecho de vender mi tiempo y cuerpo a servicio de otro, no de la profesión como tal). Ya en ocasiones he vendido mi tiempo, cobrando por hora, cobrando por brindar conocimientos, los cuales a mi parecer deben de estar a disposición de todos.
Pero en fin, vivo en este sistema y la adaptación es necesaria para seguir existiendo y satisfaciendo nuestros objetivos que nos dirigen (posiblemente y en el mejor de los casos) a la felicidad. Adquirir la dicha a través de nuestros actos, eso es complicado, pues antes habríamos de saber como juzgarlos, definir el bien y el mal que a nosotros incumbe, tratar de conseguir la esencia misma del acto y la idea que usamos para todo esto. Pero conseguir la esencia, ¡vamos!, quien tiene la esencia de algo por completo, yo no tengo la esencia de nada. Sólo puedo decirles que no contamos con nada más que las palabras  y la percepción para intentar comunicar cualquier cosa que deseemos, por lo tanto nos vemos que todo es subjetivo y nos vemos limitados a exteriorizarlo y se torna personal y en ningún caso general, nos vemos en el campo de la incertidumbre. De esto deduzco que al vernos incapaces de definir la felicidad  (o en el caso de que lo hayamos hecho y sólo nosotros sepamos que es) nos enfocamos a Don Dinero para adquirirla (o los medios para alcanzarla).
Siendo nuestro principal motivo el dinero nos olvidamos de nosotros mismos (dándonos por hecho) y dejamos de percatarnos de nuestro alrededor y obsequiamos lo más valioso con lo que contamos, nuestra vida. ¿Cómo podremos recuperarla si no está permitido? Será en una lucha constante por la individualidad, por medio de una constante reafirmación  de quienes somos. Lo que me lleva a esta última pregunta ¿qué los hace verdaderamente diferentes del resto?

jueves, 2 de junio de 2011

Olvide

Olvidar... Olvidar quien se es, a donde se dirige, cuanto tiempo tiene, que poder hacer, eso y más olvide en este tiempo. Me fui a dar la vuelta, a recorrer parte de mi universo conocido ¿A dónde llegue? En realidad a ningún lado, solo se que camine. Camine mucho, demasiado para  muchos diría yo. Camine hasta ver mis uñas desangrarse, luego tomé aventones, al inframundo quizá, pero regrese. Aunque ya no recuerde mi nombre, puedo escribir, eso lo considero algo bueno... aunque perdí casi toda esperanza regrese ¿A qué? Pues a darle, a eso volví... En fin, creo que no haber dado con nada (sólo con más preguntas que no encuentro como responder) me siento un poco tranquilo pues el infierno y mi propia muerte no significaron mucho cuando era lo único que me encontraba de frente... Así que después de haber olvidado tanto para volver a aprender descubro que seguiré escribiendo ahora con más ahínco